Sé de dos que fallecieron, que no debían tomar esa sustancia, compraron esos medicamentos naturales y fallecieron y esto debe ocurrir diario”, así comienza a narrar el cirujano urólogo, Pablo Montero, durante el programa Nuria Investigación Periodística.
La automedicación con fármacos que provocan erecciones prolongadas se convierte en un problema de salud para muchos hombres hoy día, y es que el tema de fortaleza sexual siempre ha sido una preocupación del sexo masculino, que se ha visto tentado a probar suerte con distintos productos.
Desde que en 1998, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) autorizó la venta en farmacias del Sidenafil, un compuesto que produce una vasodilatación, que deriva en que fluya mejor la sangre en el pene, estimulando erecciones prolongadas, y que en 2013 venció la patente de la farmacéutica Pfitzer, quien comercializaba la viagra. Pero, como dice el doctor especializado en urología, “lo ideal es que estos medicamentos sean prescritos por un médico después de haber hecho un diagnóstico definitivo”.
Pero, esta no es la realidad dominicana, al hacer un recorrido por algunas avenidas de comercio popular en Santo Domingo, nos dimos cuenta de que los productos denominados estimulantes sexuales se vendían como si se tratara de un basar de dulces en distintos puntos.
“Estos pacientes que usan estos medicamentos naturales que el contenido es sidenafil u otras sustancias, fallecen y no pasa nada. Fallecen constantemente. Yo creo que esto debería tener un límite, una indicación, una prescripción para el paciente poderla comprar”, indicó Pablo Montero.
El galeno apunto que el consumo de este estimulante puede causar daño cardiovascular, cerebral y en cualquier órgano cuando se usa de manera indiscriminada y con dosis no adecuadas.
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