
Natalio Abreu, directivo de la Asociación de Industriales Textiles del Cibao y Norte (Asitec), dijo que los módulos que se dedican a la confección de esos atuendos tienen cerca de 75 empleados, los cuales quedarían sin trabajo una vez dejen de elaborar las tradicionales camisas azules. “Ya la semana pasada hubo uno de nuestros asociados que tomó la decisión de cerrar su empresa”, expresó Abreu. Dijo que en esa textilera quedaron 68 personas sin el sustento de sus familias. Mientras que Flérida Inoa, de Confecciones Flérida, consideró que la cantidad de textileros que hay en República Dominicana no dan abasto para suplir de un nuevo uniforme a la comunidad estudiantil en tampoco tiempo. “Vamos a tener que mandar a fabricar a otros países”, afirmó la empresaria.
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