
Los aplazamientos tienen una razón en común: los abogados de Blas Peralta. Primero porque el acusado quería tener defensores privados, y no de la Defensoría Pública; luego, para que sus nuevos abogados tomen conocimiento del expediente; una tercera vez, para conocer mejor las pruebas presentadas por la Fiscalía del Distrito Nacional y una cuarta para conocer nueva vez el expediente, con el argumento de que se les había notificado muy cerca de la fecha de la audiencia. El quinto y más reciente aplazamiento fue el 28 de octubre pasado, aniversario de fundación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), ironías de la vida, y la razón fue que el juez que seguía el caso no se sentía bien de salud.
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