REDACCIÓN.- Transcurridos 92 años desde que el huracán San Zenón asoló Santo Domingo el 3 de septiembre de 1930,asoló Santo Domingo el 3 de septiembre de 1930, ningún otro fenómeno ha causado tanta devastación en la ciudad como ese ciclón, que se llevó unas 2,000 vidas humanas y sirvió de coartada a Rafael Leónidas Trujillo para afianzarse en el poder. Tanto reconocimiento le procuró su actuación frente a la debacle meteorológica que el propio Parlamento dominicano aprobó un cambio de nombre para la capital dominicana, que en 1936 pasó a tener el apellido del dictador (1930-1961) y ser denominada Ciudad Trujillo durante más de dos décadas. San Zenón fue un huracán "muy destructivo, era de una categoría muy alta, posiblemente la máxima" y su ojo pasó justo por encima de la capital dominicana, que por aquel entonces era una pequeña urbe de unos 70,000 habitantes.
"Gran parte de las edificaciones eran precarias, de madera, y se encontraban fuera del centro colonial de la ciudad amurallada", cuyos edificios de piedra resistieron mejor los vientos.
Sin embargo, la población salió a la calle tras la primera embestida del fenómeno, creyendo que el ciclón ya había pasado de largo cuando, en realidad, era su centro, en calma, lo que estaba sobre la ciudad.
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