Juan Francisco Furcal jugaba dómino cuando agentes de la Policía Nacional cruzaron a su vivienda. Al cuestionarles el motivo de su presencia, los agentes le dieron la noticia de que buscaban a su hija, Franyeli María Furcal, la empleada que habría ultimado de una puñalada a un joven de nacionalidad china, en un negocio en la Avenida Duarte, en el Distrito Nacional.
Cargando las secuelas que le dejó un accidente cerebral (acv), el hombre de 70 años pide a su hija que se entregue, al tiempo que externa su deseo de perdón a los familiares de la víctima, identificada como Jhei Leet, de 34 años.
“Tenemos la esperanza de que se entregue cuanto antes. Estamos esperanzados que ella nos llame, porque si ella me llama, yo voy a buscar a alguien para entregarla. El mensaje a ella es que se entregue, que me llame y me diga donde está para yo ir a buscarla, que ella sabe que yo no lo voy a abandonar y su familia también. Si ella me llama y me dice: estoy debajo de la tierra en un hoy, yo le caigo allá y le digo vamos a entregarte”.
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