Por Ed Augustin y Natalie Kitroeff
LA HABANA — La gente hace fila durante cuatro horas para comprar detergente en La Habana. Las farmacias cubanas no tienen medicamentos para el dolor. Hay escasez nacional de pan.
Y, sin embargo, el gobierno cubano dice que está al borde de un logro científico extraordinario: la producción en masa de una vacuna contra el coronavirus inventada en la isla. Una de las cuatro vacunas desarrolladas por los científicos cubanos entrará en la fase final de pruebas el mes que viene, un paso crucial hacia la aprobación regulatoria que, si tiene éxito, podría poner a la isla en el camino de inocular a toda su población y comenzar las exportaciones al extranjero a finales de año.
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