
Mapastepec (México).- Llagas en los pies, deshidratación y fiebre son las dolencias más comunes de los migrantes en la caravana, cada vez más debilitada, que recorre estos días México para cumplir su sueño americano.
Resisten. Pero tras más de 10 días de caminata y 800 kilómetros a pie y ocasionalmente en transporte, sus cuerpos empiezan a mostrar signos de fatiga. A cada paso, se ven más pies vendados y más rostros abrasados por el sol.
"Siento un dolor en el estómago. (...) No sé si es por el hambre", relata a Efe Alvin mientras se toca un lado del vientre.
El hondureño, con 18 años recién cumplidos, lleva sandalias y un pañuelo en la cabeza y está siendo atendido en medio de la carretera, bajo un sol y una humedad que se incrustan en la piel.
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