Como si no hubiera pasado el tiempo, el legendario ex campeón del peso welter, Georges St-Pierre volvió al octágono para demostrar al mundo que sigue siendo la 'perfecta máquina de combate'. El canadiense, tras imponer su jab y su talento para los derribos, logró acabar con el Bisping en el tercer asalto por sumisión mataleón en una histórica noche donde los tres campeones sucumbieron ante los aspirantes. St-Pierre se convierte junto a McGregor, Couture y Penn en el cuarto luchador en lograr títulos en dos divisiones.
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