
Santo Domingo.- Tiempo antes del asesinato del adolescente Fernelis Carrión, atribuido al sacerdodote Elvin Taveras Durán, este imputado había revelado a un hermano suyo que un muchacho, del que aparentemente no reveló su nombre ni explicó la causa, lo estaba “mortificando, atacando y metiéndole presión”.
Los familiares del sacerdote Taveras Durán se niegan a creer que su pariente, una persona a la que definen como muy callada, tranquila, a veces aislada, y muy religiosa, haya violado por tres años a Carrión, a quien después de una discusión lo matara a martillazos y cuchilladas.
Negra Durán, madre de Taveras Durán, todavía no asimila lo que está pasando con su hijo, quien desde niño fue “muy tranquilo, obediente, estudioso, inocente, amoroso y atento” con ella.
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