
Hasta el mes de enero se registraron datos positivos en el ingreso de dominicanos no residentes al país, pero en febrero —ya con Trump en el poder— ocurrió el primer retroceso en tres años, cuando el número de dominicanos no residentes se redujo en casi 6% con respecto a igual mes del año anterior. Ya para el cierre del mes pasado se profundizó la caída, que fue de 13.23% comparada con igual mes de 2016. El número de dominicanos no residentes que mensualmente han visitado el país en lo que va de año no ha superado las 60,000 personas. Apenas asumió el poder el pasado 20 de enero, el mandatario estadounidense ordenó el endurecimiento de las políticas migratorias, una de sus principales promesas electorales. Tras la firma de algunas órdenes ejecutivas, Trump amplió el riesgo de expulsión a los indocumentados que hayan cometido cualquier delito, no solo los graves, como ocurría durante la administración de Barack Obama, así como una serie de medidas que agilizan las deportaciones. Pero, adicionalmente, llegó a autorizar la prohibición de entrada al país de ciudadanos de siete países árabes, una medida que casi de inmediato fue desmontada por órdenes judiciales. “Vinieron menos dominicanos que en años anteriores, y ustedes se preguntarán ¿por qué no vinieron? Por el efecto Trump. Nadie quiere despegar de Estados Unidos y coger para acá, porque no saben si cuando vuelvan los dejan en el aeropuerto (...) Básicamente fue eso”, dijo el gobernador del BCRD, Héctor Valdez Albizu, durante una rueda de prensa a mediados de marzo en la que advirtió sobre la situación. www.diariolibre.com
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