
Para justificar la medida, el órgano encargado de trazar la política sanitaria del país, argumenta que estudios realizados en el sector universitario revelan que 61 de cada 100 estudiantes utilizan la llamada pipa de agua como método de consumo de tabaco más prevalente. En uno de sus considerandos la resolución 03-2017, establece que el humo producido por la Hookah contiene un sinnúmero de toxinas conocidas que atentan contra la salud, tanto de los fumadores activos como pasivos, tales como nicotina, monóxido de carbono, alquitrán, metales pesados, tales como cobre, plomo, zinc, cromo y cadmio, así como aldehídos volátiles tales como el formaldehido, un preservante químico usado en las funerarias para embalsamar cuerpos muertos.
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