
La iglesia Reigners Bible seguía en construcción el sábado y los trabajadores habían subido el ritmo de trabajo para intentar terminarla a tiempo para la ceremonia del sábado en la que se ordenaba como obispo al fundador de la Iglesia, Akan Weeks, dijeron miembros de la congregación. En el interior del edificio había cientos de personas, incluido el gobernador del estado de Akwa Ibom, Udom Emmanuel, cuando las vigas metálicas cayeron sobre la gente, añadieron. Emmanuel y Weeks, que pidieron a Dios que hiciera ricos a sus seguidores, salieron ilesos. Había muchas víctimas por contabilizar en funerarias privadas repartidas por toda la ciudad de Uyo, indicó el líder juvenil Edikan Peters. Algunas personas se llevaron en secreto los cuerpos de sus parientes a casa porque las morgues estaban sobrepasadas y algunas no tenían sistemas de refrigeración, señaló. En el lugar se utilizaba una grúa para levantar escombros bajo los que se creía que había más víctimas, dijo Peters. El líder juvenil dijo haber contado 90 cuerpos antes de que le dijeran que dejara de contabilizarlos el sábado por la noche. Los periodistas en el lugar denunciaron que miembros de la Iglesia intentaban impedir que informaran sobre la tragedia, tratando de confiscar cámaras y obligando a algunos a abandonar la zona. El gobierno estatal investigará si se incumplieron las normas urbanísticas, dijo el portavoz del gobernador, Ekerete Udoh. Los derrumbes de edificios son habituales en Nigeria debido a una corrupción endémica, en la que los constructores emplean materiales de mala calidad y sobornan a los inspectores para que ignoren trabajos mediocres o la falta de permisos de obra. En 2014, 116 personas fallecieron cuando un edificio de varios pi
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