
En el caso de la indigencia o pobreza extrema (hogares cuyo ingreso per cápita se encuentra por debajo de la Línea de Pobreza General) la tasa fue del 7.0% de la población, una reducción de 1.4 puntos porcentuales con respecto al 2014 (8.4%). El informe, dado a conocer por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) y la Oficina Nacional de Estadística (ONE), evidencia una caída persistente en la incidencia de la pobreza general desde el 2013, lo que permitió que en 2015 la pobreza descendiera a niveles similares a los años previos a la crisis bancaria de 2003 e inferiores a los de 2000 y 2002, previo a la crisis financiera interna, cuando alcanzaba niveles de alrededor del 8% de la población. El estudio establece que “de 2014 al 2015 se registró una caída de cuatro puntos porcentuales en la tasa de pobreza general, como resultado combinado del crecimiento de los ingresos y a mejoras distributivas en el ingreso de los hogares, con una contribución a la reducción de 3.3 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente”. “Esa situación fue muy parecida a la observada del 2013 al 2014, pese a que se verifica una menor contribución del efecto distribución durante el 2014 respecto al 2015”, destaca. Indica que “la disminución de la tasa de pobreza monetaria general de 2013 a 2015 fue determinada por los aumentos en el ingreso real de la población; principalmente de los ingresos laborales, conjuntamente con el mejoramiento en la distribución del ingreso familiar, debido a que el ingreso real logró un mayor crecimiento en la parte baja de la distribución”. jt/am-sp
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